Algunas personas me han escrito contándome que estos días están sintiendo mucha ansiedad.
Por eso me gustaría contarte algo sobre tu ansiedad que quizás te pueda ayudar a entenderla mejor y a encontrar maneras de proporcionarte alivio.
«La ansiedad es, en verdad, una inteligentísima maniobra que usa nuestro sistema nervioso para protegerse de sentimientos profundos que podrían ser demasiado chocantes o extraños de sentir para nosotros. Es la respuesta natural del cuerpo de prevenirnos de sentir algo que nos asusta o nos sobrepasa. La ansiedad es una ‘emoción inhibitoria’ que bloquea a las que llamamos ‘emociones fundamentales’.»
-Hilary Jacobs Hendel.
Qué significa esto? Significa que si estás sintiéndote ansiosa/o eso es una señal de que alguna otra emoción fundamental está emergiendo e intentando salir a la superficie.
Las emociones que llamamos ‘fundamentales’ incluyen sentir miedo, ira, tristeza, asco, alegría, ilusión, o excitación sexual – son estas emociones las que provocan respuestas que nos permiten adaptarnos y tomar decisiones que nos ayuden a atender nuestras necesidades y estar en contacto con ellas. Son emociones de supervivencia que vienen acompañadas de un montón de sensaciones físicas que nos ayudan a notar que es bueno o malo para nosotras/os en ese momento concreto.
La ansiedad en realidad es una parte protectora que aparece como un dique que contiene y nos mantiene alejadas/os de esas emociones fundamentales (en IFS les llamamos partes exiliadas) bien porque nos sobrepasan, o bien porque hemos recibido el mensaje de nuestro entorno y de las personas con las que crecimos de pequeños y de las que aprendimos todo lo relacionado con cómo hay que lidiar con las emociones, de que no está bien o no es seguro o no me van a aceptar si siento esta rabia, o expreso esta tristeza o este miedo.
Si mi madre se va cada vez que yo me pongo inquieta se va de mi lado, aprenderé a no mostrar mi nerviosismo para no alejar a mi madre y sentirme sola.
Si mi enfado provoca que mi padre se enfade conmigo y me dañe, aprenderé a ocultar mis enfados para protegerme.
De modo que cuando nos inquietamos o enfadamos nos empezamos a sentir ansiosos/as porque aunque no podemos dejar de sentir estas cosas, mi sistema inquieta mucho porque no siente seguro sentir eso que estamos sintiendo. Esto nos ayudó y sigue haciendo este papel con la función de mantenernos conectadas/os a los demás y no ser sobrepasadas/os por una emoción que nunca pudimos aprender a sentir abiertamente.
La ansiedad es una máscara, una cobertura que cubre algo que habla más profundamente de cómo nos está afectando una experiencia. Sin embargo, ser capaces de sentir y nombrar esa emoción fundamental que hay debajo es justo lo que puede ayudarnos a que esa ansiedad se alivie.
La próxima vez que te sientas ansiosa/o pregúntate: Qué estoy sintiendo realmente? Miedo? Enfado, ira? Tristeza? Alegría? Excitación sexual? Asco?
Prueba a ver si puedes notar qué hay ahí contigo.
Hay muchas posibilidades de que alguna de estas emociones esté intentando comunicarse contigo y decirte algo importante para ti de ese momento que estás viviendo.