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Revisando el concepto de salud La salud como libertad

Hoy han llegado de manera generosa, gratuita y fortuita una cantidad enorme de lecturas interesantísimas.

El archivo de Google Drive se titulaba ‘Materiales sobre género, feminismo y disidencia sexual’.

Sonaba prometedor, pero al abrir el archivo mis expectativas han sido superadas con creces.

Entre los libros que primero me han llamado la atención estaba este de Carme Valls LLobet titulado ‘Mujeres, salud y poder’.

Inmediatamente me he puesto a leerlo y en seguida me he encontrado pidiéndolo en papel ya que, aunque esta inmediatez va mucho con mi parte más entusiasta, sigo prefiriendo tener aquellos libros que me inspiran y me ayudan en mi trabajo en papel para futuras consultas.

A las pocas páginas de empezar, allí por la veinticinco, me he encontrado con esta reflexión a cerca de la definición de salud que me ha gustado tanto como para compartirla aquí contigo.

Tanto que me han dado ganas de gritar a los vientos ¡Viva Carme!

¿Qué significa tener salud? La salud como libertad.

Me gusta la definición de salud como proceso para conseguir una autonomía personal, solidaria y gozosa, que acuñó Jordi Gol y Gorina en el primer congreso de Médicos y Biólogos de Lengua Catalana, para huir del concepto de salud como ausencia de enfermedad, que continúa solapando dos términos que deberían definirse de forma separada.

F. Peter subraya que hay dos modelos dominantes de salud. El que llama positivista, relacionado con una promoción idealista de un estado de bienestar psíquico, físico y social, tal como reza la definición de la OMS, y el que denomina biomédico que se refiere a la evitación de enfermedades.

Ninguno de ellos está suficientemente implicado con los problemas de la equidad.

Sugiere un tercer modelo que describe como la salud como libertad, en el que une los dos conceptos anteriores pero hace énfasis en la necesidad de potenciar la capacidad de decisión personal, el empoderamiento de los individuos, del acceso a los recursos para tener unas vidas más saludables, más que en dar informaciones o medicaciones para combatir riesgos que podrían cambiar modificando hábitos de vida.

Quizás os preguntéis porqué me gusta tanto esta revisión de la definición.

Hasta ahora yo misma he llevado la bandera que aquí catalogan de idealista, la definición de la OMS. Sin embargo, como profesional de la salud, cada vez estoy más centrada en fomentar los recursos individuales de mis usuarias, me parece fundamental devolver a las personas la capacidad de escuchar sus cuerpos, reconocer los síntomas, las señales que mandan sus organismos cuando algo no va bien y hacerlo de manera temprana. Y para esto es fundamental saber escuchar, estar profundamente abierta a recibir información de cómo está siendo la experiencia particular de ese ser humano, que siente, que intuye y qué significa para ella eso que está sucediéndole.

Salir del lugar de experta para colocarte en el lugar de acompañante, facilitando la relación de esa persona con su propio cuerpo. Y dándole autonomía para decidir que camino considera más adecuado seguir para atender eso que está expresándose.

Esto es un cambio de paradigma ya que nos educan para ser las expertas, para ser nosotras las que tengamos las respuestas de lo que te ocurre a ti. Y por el otro lado, como usuarias del sistema sanitario, a buscar fuera aquello que necesitamos para salir adelante. ‘Dígame qué me pasa y qué puedo hacer’.

Desde mi punto de vista, el profesional de la salud tiene que ser un acompañante abierto y respetuoso a la realidad individual del ser humano que tiene delante y sobre todo tiene que haber desarrollado la capacidad de escuchar con todo el cuerpo.

Y para eso es fundamental que haya trabajado en aprender a escuchar su propio cuerpo.

Eso quiere decir poder detectar en ti misma qué se te está despertando con esa persona, qué tiene que ver con ella y qué es tuyo para poderlo dejar a un lado y estar completamente dispuesta a entender eso que no eres tú, y que nunca podrás llegar a conocer tan bien como la persona a la que le pertenece y desde ese entendimiento poder acompañar, informar y facilitar de una manera eficaz y respetuosa.

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